En un post reciente, inmediato al
#18A, se contemplaba que la marcha, sus consignas en carteles y en mensajes en las redes sociales, podían
constituir, por inversión mayormente, un programa de mínima acordado por la oposición con miras a
las elecciones parlamentarias de Octubre.
Dicho acuerdo funcionaría como un compromiso asumido por los candidatos
frente al electorado y como un programa de acción política conjunta.
Las múltiples variantes por las
cuales el cristinismo desarrolla su voluntad totalitaria sea por la fuerza del
voto automático, sin matices ni discrepancias, de los suyos, sea por la captación de representantes de
otros sectores por diferentes vías de presión o “estímulo”(desde la chicana
ideológica al resorte sobre los fondos públicos) , sea por la acción prepotente
del ejecutivo y su propaganda permanente
, etc … no deja lugar a la oposición
para ninguna inocencia y para ninguna desunión.
La dirigencia opositora, casi sin
excepciones notables, se ha plegado convenientemente a los fines del
oficialismo, según cada sector en diferentes oportunidades, aún cuando el
riesgo era evidente y se materializó inexorablemente. Hoy lamenta el cese de la República y las mínimas
garantías sin reconocer que son también el fruto de las complicidades, las
inconsecuencias y las “distracciones” propias. Esta situación
hace necesario, para un cambio real, que los candidatos de los diversos
sectores asuman un compromiso público y explícito con el electorado que definitivamente
no deje dudas de que se quiere cambiar
el rumbo, que no se aceptará votar leyes en la dirección pretendida por el
oficialismo, que se actuará para derogar la legislación nefasta aunque
signifique borrar el voto previo y que
se luchará decididamente con el juicio político y demás resortes
parlamentarios, contra los excesos y la
corrupción en el Estado.
La tarea entonces consistirá en
el desarrollo de los lineamientos de un tal acuerdo. Lo que sigue es un ejercicio en ese sentido.
Sería interesante que cada partido, cada
sector, cada individuo realice un ejercicio semejante hasta lograr la
coincidencia y solidez necesarias.
El mensaje rudimentario del #18ª
puede ser resumido en la siguiente
enumeración, que expresa la definida y coincidente oposición de la gente a: el
control y dominio por el Poder Ejecutivo de los otros poderes del Estado; el
ataque a los derechos y garantías constitucionales(expresión, prensa, tránsito,
comercio,…); la corrupción y la impunidad de los corruptos; el clientelismo; la
inseguridad; la inflación; el cepo cambiario y las persecuciones de la AFIP;
los subsidios y prebendas; el impuesto al sueldo (limite de ganancias) y a la
producción; la jubilación de hambre y la deuda a jubilados.
De aquellos positivamente se desprende el siguiente
Decálogo programático de oposicion 2013
- Restitución y garantía de la independencia de los poderes del Estado comenzando por la derogación de la “Reforma Judicial”
- Derogación de las leyes y decretos de carácter inconstitucional, comenzando por la “Ley de Medios”
- Juicio político e investigación judicial sin dilaciones de las denuncias públicas de corrupción y castigo de los culpables.
- Modificación o cancelación de toda legislación o normativa que se preste a fines clientelistas.
- La seguridad personal y jurídica será considerada tema prioritario en la labor legislativa. Modificaciónde la legislación penal y penitenciaria obsoleta y concesiva.
- Combate decidido a la inflación limitando el gasto público y la emisión monetaria
- Eliminación de las restricciones para la compra y venta de moneda extranjera
- Eliminación de los subsidios en todas las áreas estimulando la competencia y la asunción de los costos reales por los beneficiarios.
- Reducción de la carga impositiva en general comenzando por aumento del “no imponible” de Ganancias
- Se pondrá fin a la estafa judicial del Estado a los jubilados por deudas y el 82% .
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