Saturday, June 20, 2015

La estrategia electoral, el populismo, la república y demás.



Las recientes novedades en materia de candidaturas me indujeron esta nueva entrada en el blog. Muchas fueron las quejas sobre que PRO era cerrado y no dispuesto a acuerdos. Primero se integró con CC y UCR confluyendo en las PASO y discutiendo listas comunes. Aún así seguían las críticas especialmente ante la pérdida de intendentes y votos por parte de Massa. Ayer el PRO ha dado dos signos de apertura que apuntalan la unidad hacia el triunfo opositor republicano. 

PRO conformó una lista unificada en Prov. de Buenos Aires concediendo el vicegobernador a la UCR sin ningún condicionamiento sobre el candidato. A la par cedió a la voluntad de Elisa Carrió que Michetti fuese la candidata a vicepresidente. Es hora de esperar una respuesta acorde de UCR y CC especialmente soltándole la mano al ex ministro K Lousteau para que la ciudad de Buenos Aires se pueda ganar en primera vuelta y sin conflictos afianzando la candidatura que surja de las PASO (Macri seguramente, según las encuestas, resultado de ser el más claro y consecuente opositor).

Tras las PASO cuando realmente se vean las chances de delaSota y/o Massa entonces quizás sea tiempo de dar un signo hacia ese sector. Signo que hoy sería prematuro. Somos muchos los que quedamos a la vez a la espera de un programa mínimo de coincidencia de #Cambiemos que dé unidad de acción a la oposición aún cuando se concurra a las elecciones legislativas con listas separadas. A algunos de esos mínimos se podría sumar la voluntad de al menos parte del Frente Renovador y los votantes habituales de GEN/FAP/PS descontentos con la posición Stolbizer-Bonfatti de trabajar para el populismo, la continuidad y Scioli. Quizás algunos se ilusionen con que Michetti atraiga a Francisco pero Bergoglio es tan peronista como en sus tiempos de Guardia de Hierro y ha tomado claramente en sus manos la promoción de la continuidad populista. El Kristinismo y la jerarquía católica argentina coinciden en el autoritarismo y en la manipulación de los desposeídos para sus proyectos de poder. 

Hoy el eje es desbancar al populismo en Octubre, reintegrar la sociedad dual, poner fin al gobierno de lúmpenes para lúmpenes que sufrimos. 

Pero no hay república sin laicismo. Vale tener presente que, aunque democráticas, tanto Carrió como Michetti son voceras del clericalismo y del lobbysmo católico que tanto mal le hace especialmente a su género. Las pretensiones de ese sector teocrático será un problema que deberá ser contenido desde el gobierno y/o desde el llano durante los próximos 4 años.