Tuesday, November 13, 2012

8N Perspectivas


   Como podía anticiparse la convocatoria de reclamo del 8 de Noviembre ha sido un suceso en todo el país y en el mundo, alcanzando un nivel de participación que supera  incluso el cierre de campaña de Alfonsín en 1983 en cálculo cauteloso.
   El sustento del actual gobierno se deteriora y virtualmente tiende a contener solo a quienes participan de él, quienes son beneficiarios de dádivas clientelares y de aquellos que están a la espera de obtener alguno de los status anteriores. Muchos de los participantes de la marcha confesaban arrepentidos su voto dentro de un 54% que hoy se habría reducido a menos de la mitad de acuerdo a las valoraciones de imagen positiva. 
   En términos políticos ha caído, en primer lugar, la pretensión de perpetuación cuasi monárquica del poder ejecutivo que a partir  del 13  de septiembre recibió, en la calle, los medios, internet y como consecuencia el Congreso, evidencia de la imposibilidad de conseguir las mayorías necesarias  para implementar la rereelección. Así, el mandato de Cristina Fernández concluirá indefectiblemente en 2015 sin posibilidades para el cristinismo, por su misma naturaleza y debilidad, de prolongarse sin su lider. Al mismo tiempo la dirigencia opositora partidaria capta tibiamente la necesidad de unidad y renovación de temas y figuras. 
   La situación del país por su inflación, falta de libertades, controles absurdos y arbitrarios, inactividad económica e inseguridad es grave.
   Es preciso que la dirigencia política oficialista y opositora adviertan esta realidad que la gente les está manifestando en todo el país, para que se produzca un cambio de rumbo. 
   Para ello sería óptimo que la Presidente escuche el clamor de la gente y, en el espíritu esbozado en la Constitución en 1994, supere la crisis aceptando la renuncia de las autoridades de la nación que no han sido elegidas en las urnas: el Jefe de Gabinete y los Ministros. A la vez convoque a un diálogo amplio a todo el arco opositor con el fin de constituir un gabinete de coalición para que éste, con el más pleno apego a la ley y en conjunción con los otros poderes del Estado reponga la seguridad y la justicia y, dejando atrás el dirigismo y la arbitrariedad, reconstituya la actividad productiva, cerrando las heridas que la actual conducción ha abierto en el tejido social, en sus relaciones con sus conciudadanos y en las de la Argentina con el mundo. Tal renovación ministerial, además,  resguardará a la Presidente del costo político de las remociones de los funcionarios hoy fuertemente cuestionados que quedarán de manera natural en disponibilidad de los nuevos ministros.
   Bajo esta mejor opción (históricamente probada en las democracias europeas) o sin ella (lo más probable ya que es dificil hacerse ilusión sobre la amplitud de miras promedio de la actual dirigencia), las elecciones de 2013 serán claves para la superación de los problemas y de la vieja política clientelar y populista.          
  Dirigentes, actuales representantes y punteros deberán atender finalmente al reclamo de la ciudadanía, cediendo el paso a quienes, desde el llano y emergiendo ya sea de las redes sociales o desde las filas partidarias u otras vías tradicionales, pueden aportar el nivel de conocimiento técnico, capacidad de gestión, renovación y desinterés que la situación requiere.   


No comments: